Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora.
Cuando hables, procura que tus palabras sean mejores que el silencio.
No hay árbol que el viento no haya sacudido.
¿Qué ve el ciego, aunque se le ponga una lámpara en la mano?
El corazón en paz ve una fiesta en todas las aldeas.
Cuatro cosas hay en la vida que nunca vuelven más: una bala disparada, una palabra hablada, un tiempo pasado y una ocasión desaprovechada.
Corrige al sabio y lo harás más sabio. Corrige al necio y lo harás tu enemigo.
El sabio no dice lo que sabe, y el necio no sabe lo que dice.
Ser feliz es sencillo, lo que es difícil es ser sencillo.
Es más fácil variar el curso de un río que el carácter de un hombre.