Cuando más hacemos, más podemos hacer; cuando estamos más ocupados es cuando tenemos más tiempo para divertirnos.
A veces una broma, una anécdota, un momento insignificante, nos muestran mejor a un hombre ilustre, que las mayores proezas o las batallas más sangrientas.
Si el Señor todo poderoso me hubiera consultado antes de embarcarse en la creación, le habría recomendado algo más simple.
Los buenos amigos son los que en las prosperidades acuden al ser llamados y en las adversidades sin serlo.
Acostúmbrate a pensar que la muerte para nosotros no es nada, porque todo el bien y todo el mal residen en las sensaciones, y precisamente la muerte consiste en estar privado de sensación. Por tanto, la recta convicción de que la muerte no es nada para nosotros nos hace agradable la mortalidad de la vida; no porque le añada un tiempo indefinido, sino porque nos priva de un afán desmesurado de inmortalidad.