La verdad es que amamos la vida, no porque estemos acostumbrados a ella, sino porque estamos acostumbrados al amor.
Las palabras más silenciosas son las que traen la tempestad. Pensamientos que caminan con pies de paloma dirigen al mundo. (La Segunda parte de La más silenciosa de todas las horas.)
Librar todas las cosas de la servidumbre de un fin. En las cosas encuentro yo esta seguridad bienaventurada: Que todas bailan con pies de azar.
Lo que me preocupa no es que me hayas mentido, sino que, de ahora en adelante, ya no podré creer en ti.
Lo que se hace por amor está más allá del bien y del mal.
Los monos son demasiado buenos para que el hombre pueda descender de ellos
Nadie aprende, nadie aspira, nadie enseña a soportar la soledad.
Quien tiene un porqué para vivir puede enfrentarse a todos los cómos.
Siempre estoy a la altura del azar; para ser dueño de mí tengo que estar desprevenido.
