El estado es un órgano de dominación de clases, un órgano de opresión de una clase por otra, es la creación del orden que legaliza y afianza esta opresión, amortiguando la lucha de clases.
La alienación religiosa es una alienación de segundo grado. Expresa en forma de teoría justificativa lo absurdo del mundo que la hace nacer. La alienación religiosa tiene su origen en la alienación económica y no podrá superarse mientras no se supere ésta. La lucha contra la religión es la lucha contra aquel mundo cuyo aroma espiritual es la religión. La miseria religiosa, es, por una parte, la expresión de la miseria real y, por otra, la protesta contra ella. La religión es el suspiro de la criatura oprimida, el corazón de un mundo sin corazón, el espíritu de una situación carente de espíritu. Es el opio del pueblo.
La historia de todas las sociedades hasta nuestros días es la historia de las luchas de clases.
La razón siempre ha existido, pero no siempre de una forma razonable.
La superación de la religión, en cuanto ilusoria dicha del pueblo, es la exigencia de una dicha real.