No sería extraño que en Marte haya habido civilización, pero a lo mejor llegó allá el capitalismo, llegó el imperialismo y acabó con ese planeta.
No se despeñarían los imperios, ni caerían los reinos, ni se vertería con injusticia la sangre inocente, ni se profanaría lo sagrado, de no ser por las calumnias y la mentira.