Ambos se dañan a sí mismos: el que promete demasiado y el que espera demasiado.
La humanidad avanza gracias no solo a los potentes empujones de sus grandes hombres, sino también a los modestos impulsos de cada hombre responsable.
Siempre hay un momento en la infancia en el que se abre una puerta y deja entrar al futuro.
Aunque la verdad de los hechos resplandezca, siempre se batirán los hombres en la trinchera sutil de las interpretaciones.
Toda la historia del progreso humano se puede reducir a la lucha de la ciencia contra la superstición
Vivir no es sólo existir, sino existir y crear, saber gozar y sufrir y no dormir sin soñar. Descansar, es empezar a morir.
Un pedazo de pan es más precioso para el hombre que una montaña de diamantes y oro.