Lo que me preocupa no es que me hayas mentido, sino que, de ahora en adelante, ya no podré creer en ti.
La madurez del hombre, es haber vuelto a encontrar la seriedad con la que jugaba cuando era niño.
Siempre estoy a la altura del azar; para ser dueño de mí tengo que estar desprevenido.
A través de las edades, el éxito ha sido de aquellos que perciben las necesidades públicas y saben satisfacerlas.
La verdad es que amamos la vida, no porque estemos acostumbrados a ella, sino porque estamos acostumbrados al amor.
El individuo ha luchado siempre para no ser absorbido por la tribu. Si lo intentas, a menudo estarás solo, y a veces asustado. Pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo.
Librar todas las cosas de la servidumbre de un fin. En las cosas encuentro yo esta seguridad bienaventurada: Que todas bailan con pies de azar.