Debe ser muy grande el placer que proporciona el gobernar, puesto que son tantos los que aspiran a hacerlo.
La civilización no suprimió la barbarie; la perfeccionó e hizo más cruel y bárbara.
Pensad por cuenta propia y dejad que los demás disfruten del derecho a hacer lo mismo.
Buscamos la felicidad, pero sin saber dónde, como los borrachos buscan su casa, sabiendo que tienen una.