Apocarse es virtud, poder y humildad; dejarse apocar es vileza y delito.
Se aprende a hablar, hablando. A estudiar, estudiando. A trabajar, trabajando. De igual forma se aprende a amar, amando.
Donde hay poca justicia es un peligro tener razón.
Quien no ama con todos sus cinco sentidos a una mujer hermosa, no estima a la naturaleza su mayor cuidado y su mayor obra.
La soberbia nunca baja de donde sube, pero siempre cae de donde subió.
El que quisiere tener salud en el cuerpo, procure tenerla en el alma.
Antes de juzgar al prójimo pongámoslo a él en nuestro lugar y a nosotros en el suyo, y a buen seguro que será entonces juicio recto y caritativo.
La hipocresía exterior, siendo pecado en lo moral, es grande virtud política.
La paciencia es virtud vencedora. La impaciencia es vicio del demonio.
No siento el menor deseo de jugar en un mundo en el que todos hacen trampa.