En cuestiones de arte la opinión ajena debe escucharse siempre y no debe obedecerse nunca, salvo en la circunstancia de que coincida con la propia opinión.
En la vida humana sólo unos pocos sueños se cumplen; la gran mayoría de los sueños se roncan.
El primer paso a dar es tomar conciencia de que el amor es un arte, tal como es un arte el vivir.