Todas nuestras vidas empezaron con el afecto humano como primer soporte. Los niños que crecen envueltos en afecto, sonríen más y son más amables. Generalmente son más equilibrados.
Acepta. No es resignación, pero nada te hace perder más energía que el resistir y pelear contra una situación que no puedes cambiar.
La inexperiencia es lo que permite a la juventud llevar a cabo lo que la vejez sabe que es de imposible realización.
Los momentos finales de una experiencia determinan el recuerdo que conservaremos de la misma.
Rascad la piel de un escéptico y casi siempre hallaréis debajo los nervios doloridos de un sentimental.