Para ser realmente grande, hay que estar con la gente, no por encima de ella.
Los países mejor cultivados no son los más fértiles sino los más libres.
Feliz el pueblo cuya historia se lee con aburrimiento.
La batalla de la vida no siempre la gana el hombre más fuerte o el más ligero, porque tarde o temprano el hombre que gana es aquél que cree poder hacerlo.
La religión monoteísta es un plagio de una habladuría sobre una habladuría de una ilusión sobre una ilusión que se remonta mucho tiempo atrás a la invención de unos cuantos fiascos.