Las lentejas, las tomas o las dejas.
Las madres hacendosas hacen a las hijas perezosas.
Las mañanitas de Abril son muy dulces de dormir.
Las palabras elegantes no son sinceras; las palabras sinceras no son elegantes.
Las palabras son para usarlas.
Las palabras tienen el poder de destruir o sanar. Cuando las palabras son a la vez verdaderas y bondadosas, pueden cambiar nuestro mundo.
Las penas y preocupaciones no se ahogan en alcohol, saben nadar.
Las personalidades paranoicas te vampirizan la energía.
Las personas lo suficientemente locas como para pensar que se puede cambiar el mundo, son las que lo cambian.
Las suegras se inventaron porque el diablo no puede estar en todas partes.