En la política sucede como en los conciertos: para oídos inexpertos, el templado es ya música.
Los auténticos actores son esa raza indomable que interpreta los anhelos y fantasmas del inconsciente colectivo.
Sé que para conseguir papel hay que talar árboles y nuestro mundo peligra con ello, pero tengo más miedo del día en que desaparezcan los libros.
Cada amigo representa un mundo dentro de nosotros, un mundo que tal vez no habría nacido si no lo hubiéramos conocido.
Para lograr grandes cosas, no solo debemos actuar, sino también soñar; no sólo planear, sino también creer.