El hombre se distingue de los otros seres por su sentido de la justicia.
Cuando el pueblo es tan numeroso, ¿Qué puede hacerse en su bien? Hacerlo rico y feliz. Y cuando sea rico ¿Qué más puede hacerse por él? Educarlo.
Con unas leyes justas y una administración eficiente, se consigue aumentar las rentas del reino; con buenas enseñanzas y buenos ejemplos, se conquista el corazón de los súbditos.
Bondad en el padre, piedad filial en el hijo; gentileza en el hermano mayor, humildad y respeto en el menor; comportamiento justo en el esposo, obediencia en la esposa; consideración humana en los mayores, respeto en los menores; benevolencia en los gobernantes, lealtad en los ministros y los súbditos.
Que se nos haga un agravio no significa nada, a menos que insistamos en recordarlo.
Quien pretenda una felicidad y sabiduría constantes deberá acomodarse a frecuentes cambios.
Si ya sabes lo que tienes que hacer y no lo haces entonces estás peor que antes.