Siempre acaricio al perro con la mano izquierda, porque si me muerde me queda la derecha para pintar.
La printura para mí es como un tejido, una pieza uniforme con un conjunto de hilos para la representación.
En el arte, como en la biología, no hay herencia si no hay ancestros. Los pintores heredan características adquiridas por sus ancestros.
Una imagen que no se representa en mi mente es siempre un ejercicio técnico incompleto, porque el único propósito de cualquier imagen es lograr que se la represente.